Las grasas de la fertilidad

¿Sabías que los omega 3 son estupendos para optimizar la fertilidad? ¿O lo importante que es vitamina E para nuestra salud reproductiva? Las grasas tienen una enorme influencia en nuestra salud, por ello es tan importante conocer cuáles son las que nos sientan bien y cuáles no.

Una dieta rica en “grasas buenas” es una dieta protectora de nuestra salud, ya que los ácidos grasos esenciales están implicados en la modulación, síntesis, degradación y recaptación de neurotransmisores como la adrenalina, la dopamina o la serotonina, fundamentales para nuestra salud neurológica. El efecto antiinflamatorio de estos ácidos grasos, además favorece la regeneración celular de todas las células del cuerpo (incluidas las de nuestro endometrio y óvulos).

Ya que estos ácidos grasos, omega 3, no puede fabricarlos nuestro organismo, debemos obtenerlos a través de la alimentación. Las fuentes de calidad de estas grasas son muchas: el pescado, el aguacate, los aceites de vegetales (de onagra, borraja o lino), las semillas (de girasol, calabaza, sésamo, lino, chía, cáñamo) o los frutos secos sin tostar y sin salar, (nueces, almendras, piñones, anacardos, avellanas). A continuación explicaremos un poco más en detalle algunas de ellas.

Grasas a evitar.

Las que ya conocemos todos: las grasas saturadas o grasas hidrogenadas, provenientes de los productos ultraprocesados, como las que encontramos en la bollería en general, chocolates, patatas fritas, margarinas, galletas, quesos grasos, embutidos, frituras, aceites refinados usados, etc. El exceso de este tipo de grasas puede hacernos subir de peso, alterar nuestro equilibrio hormonal y reducir nuestra fertilidad (1).

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Los alimentos ultra-procesados son alimentos densos y calóricos pero muy pobres en micronutrientes esenciales para el cuidado de nuestra salud.

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Aceite de Onagra.

Según algunos estudios (2), el aceite de onagra puede ayudar a reducir las molestias de la fase premenstrual, aumentar la mucosidad cervical y reducir la inflamación (a veces inherente en esta fase). Esto se debe al alto contenido en ácidos grasos esenciales omega-6: en concreto a su composición en ácido linoleico (LA) y ácido gamma linolénico (GLA). Este aceite proviene de las semillas de la planta de onagra, Oenothera biennis. Las semillas se presionan en frío y se encapsula para su uso como suplemento dietético.

DHA. Un omega 3 muy especial.

Uno de los más destacados para el cuidado de nuestra salud hormonal es el DHA (la principal grasa estructural que forma parte de nuestro cerebro). De hecho, bajos niveles de DHA se han relacionado con problemas que van desde la aparición de procesos inflamatorios hasta posibles alteraciones en la salud mental, en casos muy severos.

Se ha observado que el DHA compite con el ácido araquidónico (AA) en la producción de prostaglandinas, reduciendo así la inflamación, lo que lo hace una grasa esencial en casos de desequilibrios hormonales como endometriosis, SOP. Además este omega 3, mejora la resistencia a la insulina tan común en estos casos.

El DHA en fertilidad masculina es esencial, ya que según revela un estudio publicado en la revista Systems Biology in Reproductive Medicine (4) puede mejorar la calidad de los espermatozoides.

Lo encontraremos en pescados azules de aguas frías (bonito, caballa, sardinas, jurel, salmón), aceite de krill y otros suplementos. Si eres vegetariana o vegana también hay suplementos a partir de algas (5). La duración y la dosis del “tratamiento” (depende de la necesidad; por lo tanto es necesario consultar al profesional de la nutrición).

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“Si las mujeres queremos disfrutar de la comida, esta debe ser uno de los placeres sensuales de la vida experimentados libremente. Comiendo bien, cuidamos de nosotras mismas en el nivel mas básico.” Dra. Karen Johnson Cita del libro Cuerpo de Mujer Sabiduría de Mujer

Vitamina E.

Si hablamos de grasas, ¿por qué mencionamos la vitamina E? Pues porque es una vitamina liposoluble, es decir que “vive en medio graso” y que además es fundamental para el cuidado de nuestra salud reproductiva. De ella, hablamos en el capítulo de antioxidantes para la fertilidad, ya que ayuda a aumentar el moco cervical de la mujer y a crear un ambiente óptimo para que los espermatozoides naden hacia el óvulo. Así mismo, esta vitamina también permite que los espermatozoides se mantengan con vida durante más tiempo, se estima que hasta un máximo de 5 días, lo cual puede permitir la concepción, incluso si la relación sexual no se produce en el momento de la ovulación.

Podemos encontrarla en: aceites vegetales crudos, frutos oleaginosos sin tostar (nueces, semillas de lino, calabaza, girasol…), cereales integrales, aguacate y verduras de hoja verde.

Muchos problemas de salud se deben a un deterioro del organismo como consecuencia de una mala alimentación. Dando a nuestro cuerpo lo que necesita, optimizamos nuestro estado de salud, nuestra fertilidad, ayudamos a que se produzca una gestación saludable, un parto en mejores condiciones y por supuesto un adecuado inicio de lactancia.

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¿Quieres saber más?
1. Al Encuentro de la Maternidad. Dra. Anaheim Jordan y Marta León. Editorial Obelisco 2017 (web)
2.Herbs of special interest to women. Hardy ML. Journal of the American Pharmaceutical Association. 2000
3. American Journal of Obstetrics & Gynecology Supplement to December 2008
4. Dietary supplementation with docosahexaenoic acid (DHA) improves seminal antioxidant status and decreases sperm DNA fragmentation, Martínez-Soto JC, Domingo JC, Cordobilla B, Nicolás M, Fernández L, Albero P, Gadea J, Landeras J, Syst Biol Reprod Med, 2016 Dec, 62(6):387-395.
5. Alternative Sources of n-3 Long-Chain Polyunsaturated Fatty Acids in Marine Microalgae. Alves Martins D., Custódio L., Barreira L., Pereira H., Ben-Hamadou R.,  Varela J., and Abu-Salah K.M. Mar Drugs. 2013 Jul; 11(7): 2259–2281.

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