Esa riquísima fruta, llena de sabrosas y preciosas capsulitas rojas. Aliada de nuestro sistema circulatorio y antiinflamatoria, gracias a sus antocianinas (lo que le da ese color tan bonito que tiene). Y su temporada es el otoño, aunque muchas veces la seguimos viendo hasta Navidad, en los mercados.
Bondades de la granada
Pocas frutas son a la vez tan espectaculares y sanas. Entre sus efectos mas destacados se encuentra su acción depurativa y diurética. Es ademas un tónico cardiaco, un remedio para las alteraciones circulatorias y el asma.
Contiene nutrientes antioxidantes como manganeso, importante para el sistema nervioso y las hormonas sexuales (y es que su forma encapsulada repleta de pequeñas perlas granate, recuerda a los ovarios repleto de óvulos). Ademas contenienen fitoestrógenos responsables de la hormonal.
Rica en ácido fólico (lo que la convierte en un alimento perfecto para el embarazo), vitamina C (que refuerza nuestro sistema inmune ahora que comienzan los fríos).
Por su riqueza en potasio está indicada para ayudar a bajar la tensión arterial alta. Y al contener antocianinas y taninos (agentes antioxidantes que nos ayudan a tener una buena salud circulatoria) se vuelven indicadas en procesos inflamatorios crónicos como la enfermedad de Crohn o colitis (los taninos al ser astringentes ayudan a aliviar la diarrea).
Hace unos años, la revista Clinical Nutrition publicó los resultados de un ensayo clínico de 3 años, en el que se decía que el consumo diario de zumo de granada revierte la estenosis de la arteria carótida hasta un 29 % en el plazo de 1 año. Por ello es muy recomendable para enfermos cardiovasculares.
Eso sí, cuidado con quienes tengan prescrita dieta sin azucares porque la granada es bastante dulce.
En la frutería…
¿Como saber cuales son las mejores? Muy fácil. Elige las de gran tamaño, brillantes, pesadas y abolladas.
¿Sabías que la fruta entera puede conservarse hasta 3 semanas? En un lugar fresco, claro. Así que si te vas de viaje unos días y compras granadas, no te preocupes que no se te estropearán.
¿Cómo las comemos?
Puede consumirse cruda, quitándole primero la capa dura y separando las perlas granate de las finas capitas pálidas que las protege (son indigestas). También en zumo, licuando las perlitas en una licuadora o exprimiendo media granada en un exprimidor como los de las naranjas, cortas por la mitad la granada y ya está.
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