Alergias, histaminas y alimentación

¿Cómo cuidar nuestra alimentación cuando tenemos una intolerancia o una alergia a un alimento? ¿Qué debo comer para sustituir ese alimento que “me han quitado” de la dieta? Estas son algunas de las preguntas que muchas personas nos hacen una vez han sido diagnosticadas con una alergia o con una intolerancia alimentaria.

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Si se nos ha diagnosticado una intolerancia o una alergia la recomendación oficial (y más lógica) es que debemos evitar el consumo del alimento en cuestión. Pero no sólo eso, también es importante que leamos las etiquetas para identificar si un producto tiene “trazas” de lo que debemos comer, es decir si lo que nos sienta mal se encuentra “oculto” en otros productos. Esto ocurre mucho con el gluten o con la leche, por ejemplo. Acostumbrarnos a leer las etiquetas es el primer paso en la toma de conciencia de nuestra nueva situación.

Mantener en buen estado nuestra pared intestinal, es clave. Porque ahí radica el potencial de nuestro sistema inmune.

Nuestro cuerpo segrega histamina para protegerse de un agente nocivo. Pero el aumento excesivo de sus niveles puede provocar reacciones muy desagradables en nuestro organismo.

Para evitar o reducir los síntomas de una intolerancia debe seguirse una dieta baja en histamina, aunque no siempre resulta sencillo dada la gran cantidad de alimentos  que pueden desequilibrárnosla.

¿Qué desencadena un exceso de histamina?
  1. Una alimentación inadecuada, con alimentos ricos en histamina.
  1. Uso de medicamentos que inhiben la actividad de la enzima DAO.
  1. Hongos y bacterias, como candidiasis intestinal.
  1. Enfermedades inflamatorias intestinales, como colitis ulcerosa.
  1. Parásitos.
  1. Factores genéticos.

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¿Qué problemas ocasiona un exceso de histamina?

La histaminosis es un problema de acumulación de histamina en el cuerpo a lo largo del tiempo. Algunas personas tienen síntomas al poco tiempo de consumir alimentos ricos en histamina, a otras sin embargo les aparece con el tiempo y aunque consuman productos bajos de histamina, ya que, como hemos comentado antes el problema aparece con la acumulación de histamina en el tiempo, no con su ingesta puntual.

Hay muchos alimentos que nos suben la histamina, sobre todo los procesados

¿Qué síntomas pueden indicar que nuestra histamina está alta?
  • Migraña
  • Astenia
  • Dolor crónico
  • Fibromialgia
  • Dolores musculares
  • Cansancio
  • Colon irritable
  • Estreñimiento o Diarrea
  • Dolor de estómago
  • Flatulencias
  • Sensación de hinchazón
  • Mareos y náuseas
Y también…
  • Trastornos en la piel (piel seca, atópica, psoriasis, urticaria, picor, dermatitis, edemas)
  • Desajustes hormonales (amenorrea, síndrome premenstrual, ovarios poliquísticos, infertilidad)
  • Dolores osteopáticos (sobre todo de espalda y columna)
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Menos histamina en la mesa

Si este es nuestro caso, lo ideal es que “vegetarianicemos” nuestra dieta o en su defecto  la volvamos mas flexitariana (reduciendo los alimentos de origen animal).

Además debe basarse en alimentos naturales, sin aditivos (como el glutamato monosódico o el aspartamo, ambos sospechosos de empeorar los estados de histamina elevada).

Evitar frituras, productos precocinados (pizzas, canelones,…), refrescos, postres industriales, golosinas, pescados en conserva, quesos duros, embutidos, carne de cerdo, chocolate con leche, espinacas, huevo, tomates, té, café, champán/cava, vino y cerveza, etc…

DEMASIADA HISTAMINA. Cuando sufrimos de intolerancias
o alergias nuestro nivel de histaminas suele ser elevado
¿Que debo consumir para bajar mi histamina?
  •  Una dieta rica en alimentos naturales, es decir eliminar los alimentos procesados y embutidos.
  • Alimentos bajos en histamina
  • Alimentos ricos en vitamina B6, B12, ácido fólico y magnesio.
  • Alimentos que mimen nuestro intestino (alimentos ricos en fibras naturales).
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Los alimentos mas alergénicos

Estos son algunos de los alérgenos alimentarios mas populares y algunas de sus alternativas:

Frutos secos y cacahuetes. 

Las semillas de sésamo son alérgenos comunes y potenciales, pero las de girasol y calabaza sin tostar muy rara vez causan reacción alérgica.

Leche de vaca y  soja.

Pueden encontrarse alternativas no lácteas y libres de soja como las bebidas de almendra, arroz y avena fáciles de encontrar en los supermercados o tiendas bio.

Huevo

Existen alternativas muy creativas en la cocina vegana, con semillas de lino y chía se puede cocinar sin huevo, también existen sustitutos de huevo a la venta.

Trigo

Este es mas complicado porque prácticamente está en todas partes, pero evitarlo no es imposible. Pueden sustituirse por otros cereales, hoy en día encontramos galletas o pasta hecha a partir de arroz, quinoa o maíz, los panes sin gluten también están cada vez más disponibles en tiendas y restaurantes.

Una dieta rica en alimentos vegetales de bajo poder alergizante es una estratégia adecuada para evitar las reacciones inmunitarias. Una alimentación consciente es la mejor prevención.

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