El mundo está lleno de personas interesantes, en Food Green Mood queremos presentarte algunas de ellas. Personas inspiradoras, comprometidas, apasionadas… Y, por supuesto, con un concepto de salud muy muy natural!!!
Nuestra nueva entrevistada es Cristina Ladrón, una mujer muy innovadora. Psicóloga, sexóloga, experta en conciencia corporal, colabora ocasionalmente en el programa “Con otro enfoque“, imparte talleres y pasa consulta en varios centros de salud de Málaga (España), donde asesora sobre conciencia pélvica y sexualidad. Ha sido madre de una preciosa hija que ahora tiene 9 meses y que ha supuesto una revolución para ella y su pareja.
Su bebé está empezando a descubrir el mundo de los alimentos y han comenzado a alimentarla mediante la Alimentación Autoregulada (o Baby Led Weaning), técnica que consiste en alimentar al bebé con alimentos sólidos desde el primer momento, prescindiendo de papillas.
Food Green Mood.- Cristina, ¿por qué te animaste a utilizar esta la técnica en lugar de las papillas?
Cristina.- Porque a nivel práctico nunca me han convencido mucho las papillas, no sólo las que se compran, si no también las que se hacen en casa. No es que esté en contra de ellas, ni mucho menos, pero había visto a niños con problemas para querer tomarlas y mucha lucha a la hora de la comida. Además tengo referencias de otros niños que empezaron comiendo sólidos y tienen una estupenda relación con los alimentos. Así que hablé con mi pareja y decidimos intentarlo.
Aplicar el Baby-Led Weaning ha sido un ejercicio de confianza en las capacidades de nuestra hija
FGM.- ¿Has tenido alguna vez miedo de que tu bebé se pudiera atragantar?
C.- ¡Por supuesto! Sobre todo las primeras veces cuando probaba algo nuevo y hacía gestos de querer vomitar. Al final siempre veíamos que terminaba echando aquello que no podía tragar. Luego a base de verla comer y comprobar cómo ella misma crea su reflejo de tragar y expulsar la comida, nos hemos ido tranquilizando. Todo esto ha sido un ejercicio de confianza muy interesante en las capacidades de nuestra hija.
FGM.- ¿Qué es lo que más te gusta de este método?
C.- La principal ventaja es que ella misma come desde su plato sin que nadie le dé la comida. Come lo que comemos nosotros, así que no tienes que estar haciendo comida especial para ella y si vamos a comer fuera, también puede comer cosas (evidentemente no condimentadas) de la mayoría de los menús. Además crea el reflejo de expulsar la comida y eso te da tranquilidad. Sí tengo que decir, que este método es más sucio que darle papillas pero ella se divierte muuucho más.
FGM.- ¿Con qué alimentos comenzasteis?
C.- Con patata y brócoli (el brócoli le encanta y también la coliflor)
Con este método, ella misma come desde su plato sin que nadie le dé la comida
FGM.- ¿Como preparáis la comida para ella?
C.- La verdad es que prácticamente come lo que comemos nosotros con alguna variación. Por ejemplo, cuando hacemos habichuelas verdes con patatas lo que hacemos es servir su plato antes de sazonar o agregar especias. Actualmente es fácil porque a su edad come casi de todo excepto algunas carnes (sólo come pollo), pescado, huevos y leche de vaca entre otras cosas. La verdura la cocemos al vapor y la intentamos acompañar de arroz, quínoa, mijo o pollo (a poder ser campero o ecológico). Algunas veces comemos puré y hace poco empezamos a probar con lentejas.
FGM.- ¿Como organizáis los desayunos y las meriendas?
C.- En el desayuno, le damos alimentos crudos como licuados de zanahoria, manzana o pera; también tomate con aguacate en trocitos (¡¡el aguacate le encanta, fue un descubrimiento!!). A media mañana o en la merienda le damos alguna fruta de temporada. Todo esto es bastante práctico porque cuando salimos, llevamos en el bolso piezas de fruta o tortitas de arroz que compramos en la herboristería (de arroz integral y sin sal). A ella le encantan porque al comerlas se van deshaciendo.
FGM.- Y ya para terminar una última pregunta que queríamos hacerte, ¿te está resultando sencillo aplicarlo en tu vida?
C.- Sí, es muy cómodo para nosotros. Únicamente hemos tenido que tratar de habituar a las otras personas que también cuidan de nuestra hija, como sus abuelos. Al principio no estaban muy conformes puesto que para ellos esta técnica se salía de lo habitual, pero al ver a la bebé disfrutar tanto con la comida han seguido con el método.
Pingback: Sabores desde el útero |·